En qué consiste
El tratamiento HIFU consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía en la piel, para REMODELAR su tejido. En este proceso, los tejidos colindantes no quedan afectados, pues esta es una técnica no invasiva, que trae múltiples ventajas.
Actualmente el tratamiento HIFU en el campo estético se emplea fundamentalmente para reducir arrugas, líneas de expresión, adiposidad localizada y tensar la piel aportando una remodelación de la silueta.
Los aparatos de HIFU en estética emiten energía ultrasónica de forma concentrada, del mismo modo que una lupa con los rayos del sol, sin causar daño alguno a los tejidos. Estos aumentan la temperatura de la zona tratada a unos 65° / 70°, localizando el calor a unos 4.5 mm de la epidermis, lo que consigue miles de puntos de coagulación muy precisos a diferentes profundidades. Dicho mecanismo permite hacer la neocolagenogénesis (remodelación del colágeno), un proceso en el cual los tejidos comienzan a repararse, mejorando notablemente la apariencia de la piel desde la primera sesión. Al finalizar el tratamiento, se consigue estirar y dar firmeza al tejido de la piel.
Beneficios
Entre algunos de sus beneficios destacaremos:
- Puede usarse en cualquier tipo de piel.
- No es fotosensibilizante, así que puede aplicarse en cualquier época del año.
- No daña tejidos adyacentes a la zona tratada.
- Destruye de forma definitiva los adipodicitos, por lo que elimina grasa permanente en abdomen, brazos, glúteos, piernas y cintura, previendo, además, la flacidez en el contorno corporal.
- Requiere de pocas sesiones, basta con unas 3 para conseguir el resultado deseado.