la importancia de la crema solar para prevenir manchas en la piel

Cuidados de la piel después del parto

Tabla de Contenido

Las secuelas que quedan en algunas zonas del cuerpo después del parto pueden ser definitivas, si no se previenen algunos problemas en el embarazo.
Durante la gestación se presenta una serie de cambios fisiológicos y hormonales que van a repercutir en el color, la textura y el tono de la piel de la mujer. Algunos de ellos desaparecen después de tener el bebé, pero existen otros que se deben prevenir o tratar durante el embarazo y el posparto.

Principales cambios

La piel de la gestante está en constante estiramiento. Los senos son los primeros en distenderse, porque la glándula mamaria empieza a prepararse. Lo mismo sucede con el abdomen. Es por eso que se generan las estrías, las cuales serán más evidentes en el posparto.

Estas no se pueden evitar, pero es importante hidratar la piel para que haya más elasticidad. Además, el acúmulo de hormonas y la resequedad generan picazón y se produce rasquiña y prurito. Si se hidrata, se mejora la sensación.

Hay varios tratamientos para mejorarlas, pero todo depende del tipo de piel y de estría.

Otro problema recurrente es el acné. En algunas mujeres la grasa disminuye, mientras que en otras este problema es más notable. En este caso, se debe tener especial atención, pues hay productos que son contraproducentes para las gestantes; lo más recomendable es llevar a cabo una limpieza diaria y hacer una consulta médica.

También es frecuente el aumento de la pigmentación en ciertas zonas del cuerpo (la areola, los labios mayores y la línea de alba). Después del embarazo, estas manchas desaparecerán en cuestión de 6 meses a 1 año.
En la cara también se acentúa el cambio de tonalidad de la piel, en especial en las áreas del bigote, las mejillas y la frente. Es fundamental protegerse del sol más de dos veces al día, pues estas marcas desaparecen solo en el 10 por ciento de las pacientes. Incluso, es ideal consultar con un dermatólogo.

Después del parto

Aunque lo más importante es la prevención de las huellas que dejan el acné y la pigmentación con los cuidados que se tienen durante el embarazo, después de tener un hijo se debe seguir con las rutinas de limpieza, hidratación y protección solar.
Hacer ejercicio para recuperar la tonicidad de zonas como el abdomen y los senos. Para estos últimos, puede hacer masajes diariamente, al hacer movimientos circulares hacia la zona media del pecho, evitando el pezón. Los ejercicios simples fortalecen los músculos pectorales; por ejemplo, al unir las palmas con los codos a la altura de los hombros, se aprietan las palmas una contra la otra mientras se inspira. Mantener por tres segundos y exhalar, repitiendo 20 veces el ejercicio.

En el posparto es normal, además, que se caiga el pelo. Este proceso es natural y dura aproximadamente los tres primeros meses.

Finalmente, es fundamental la hidratación tópica, la aplicación de una loción nutritiva en todo el cuerpo luego del baño, tener una alimentación balanceada y hacer actividad física para fortalecer los músculos, enfatiza la doctora Tamayo.

No olvide…

Usar jabones con baja cantidad de detergentes y solo en las zonas donde se produce un sudor constante.

Evitar cremas perfumadas y sin colorantes, pues estos pueden aumentar la rasquiña.
Tomar mucho líquido y rehidratarse frecuentemente.
Las vitaminas y minerales que se pierden por el aumento metabólico se deben recuperar con una adecuada alimentación. Se aconseja comer frutas y verduras, pues estas tienen antioxidantes y ayudan a regenerar las células.
Detener el paso del tiempo es imposible, pero retardar el envejecimiento y la presencia de arrugas es probable al evitar los rayos UVB y UVA. Por eso, es importante el consumo de alimentos regeneradores y evitar la exposición exagerada a los rayos solares.

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